¿Cómo y cuándo podar la marihuana?

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Diariamente aumenta el número de personas que cultivan este valioso ejemplar vegetal y deciden emprender en casa la tarea de sembrar y cosechar plantas de cannabis y sus cogollos. Descubre ¿cómo y cuándo podar la marihuana? para lograr el mejor rendimiento y obtener resultados óptimos.

Cultivo de marihuana

Alrededor del mundo se ha popularizado el cultivo de cannabis o, como se le llama coloquialmente, la cannabicultura. La idea de esta práctica es poder obtener la materia prima para consumo recreativo o medicinal.

Sin embargo, no en todos los países es legal, pero en aquellos donde sí lo es, cada vez hay más personas aprovechando sus beneficios. El objetivo es cultivar ejemplares de forma óptima para que pueda aprovecharse la máxima concentración de THC en las cosechas.

Aunque suena sencillo, el proceso de cultivo requiere ciertas condiciones particulares para llevarse a cabo de forma correcta.

El cultivo de marihuana puede hacerse en interiores o exteriores, procurando que la planta atraviese por las fases habituales de desarrollo; estas suelen ser naturales y darse de forma espontánea conforme van creciendo los ejemplares vegetales. Consulta: guia basica para cultivar marihuana en interior

El cuidado que debe brindarse a la planta en cada fase es diferente y hacerlo en el momento preciso es clave para que el cultivo sea exitoso.

Germinación

La primera fase es la germinación, que tiene lugar cuando la semilla se convierte en plántula.

Antes de que esto ocurra, la semilla debe permanecer en reposo por al menos un año. Posteriormente requiere ser sometida a temperaturas, humedad y luminosidad adecuadas para facilitar el proceso de germinación, el cual se lleva a cabo en un período que va de 2 a 7 días.

Durante este proceso la semilla absorbe agua y capta el oxígeno que se encuentra a su alrededor para comenzar a formar las células embrionarias que eventualmente irán creciendo.

Luego, la vaina que recubre a la semilla se abre y emerge la radícula. Posteriormente las hojas comienzan a brotar, los cotiledones crecen a partir de un tallo principal y buscan la luz que requieren.

Conforme pasa el tiempo, la planta prescindirá del resto de las semillas y comenzará a crecer como debe, sobre un sustrato adecuado para ir nutriéndose y desarrollándose.

A partir de este punto, la planta comienza a atravesar los procesos habituales de fotosíntesis y a convertirse en una plántula.

Fase de plántula

Una vez que la semilla se ha convertido en una plántula, comienzan a aparecer cotiledones que posteriormente se transforman en hojas verdaderas.

Esta fase se lleva a cabo en un lapso que va de 3 a 5 semanas, en donde las raíces van creciendo dentro del sustrato y el tallo se va extendiendo, absorbiendo nutrientes, agua y luz para potencializar su crecimiento.

En esta fase el crecimiento sobre el suelo es mucho más lento que debajo de él y es vital proporcionar a la planta las condiciones necesarias para que pueda desarrollarse de forma adecuada.

El agua y el calor que se le proporciona en esta fase a la planta debe ser muy puntual para evitar que se deteriore.

Por otro lado, se requiere al menos 18 horas de luz a intensidades bajas, para aprovechar este recurso en pro de su crecimiento.

Esta fase llega a su fin cuando comienza el desarrollo rápido del follaje sobre el suelo, entonces inicia la siguiente que se conoce como crecimiento vegetativo.

Crecimiento vegetativo

Durante esta fase las raíces están fortalecidas y el crecimiento se enfoca netamente en el follaje.

La clorofila que se produce en la planta aumenta el crecimiento de la misma y se genera una mayor captación de luz, nutrientes y agua.

La fase de crecimiento vegetativo se lleva a cabo haciendo crecer a la planta hasta 6 cm por día, en un lapso de 1 semana o más.

Pre-floración

Esta fase hace referencia al momento en el que el fotoperiodo de la planta cambia, pasando de necesitar 18 a 12 horas de luz.

Suele ser bastante corto y estar determinado por la luz que se le debe suministrar adecuadamente.

Floración y reproducción

Finalmente, el ciclo anual de la planta cierra con la fase de floración y reproducción en la que se lleva a cabo un proceso diferente, dependiendo del sexo del ejemplar, ya sea macho o hembra.

Durante este período se absorbe menos cantidad de agua, por lo que el riego debe ser más escaso y los cuidados mucho mayores. Consulta: Cuando empieza la floración en exterior

Podar la marihuana

Se entiende como poda a un proceso que consiste en cortar partes del ejemplar vegetal para que concentre su crecimiento y desarrollo en otras áreas donde pueda absorber mejor aquello que se le proporciona y su cultivo sea más efectivo.

La idea de aplicar esta técnica es optimizar la producción y controlar el crecimiento de la planta, algo que es netamente necesario cuando se trata de un cultivo y no del desarrollo natural o libre de cualquier especie vegetal.

Para llevarlo a cabo es necesario tomar ciertas consideraciones previas al proceso y otras que deberás aplicar durante el mismo.

Consideraciones previas

Antes de comenzar con la poda es necesario considerar al menos dos aspectos fundamentales: el primero es que no se deben quitar las hojas, ya que estas forman parte fundamental de la planta y la ayudan a desarrollarse al realizar un proceso de fotosíntesis efectivo.

Además, no es recomendable eliminar hojas grandes ni pequeñas, ya que ambas tienen funciones diferentes que contribuyen al desarrollo de la planta, principalmente aquellas que se ubican en la parte superior porque es allí donde ocurre la captación de luz.

El segundo aspecto, y quizá más importante, es que la poda debe hacerse idealmente en la fase de crecimiento, ya que es el mejor momento para aplicar dicho proceso.

Cuando se trata de cultivo en interiores, 15 días antes de la fase de floración es ideal, mientras que al cultivar en exteriores, a finales del mes de junio o principios de julio es perfecto.

Otro aspecto que debes considerar es la variedad a la cual pertenece la planta que estás cultivando, en el caso de las sativas tardías la poda debe hacerse temprano para ayudar a controlar su crecimiento.

Lo ideal es que la poda se aplique entre la segunda y la tercera semana de floración como máximo, para obtener los mejores resultados.

¿Cómo podar la marihuana?

Se conocen al menos 6 tipos de podas efectivas que pueden aplicarse a la marihuana, las cuales te explicaremos a continuación para que puedas ponerlas en práctica adecuadamente.

Poda Apical

Esta es una de las formas de poda más tradicionales que existen entre los cultivadores de cannabis y puede aplicarse tanto en exteriores como interiores, consiste básicamente en cortar la parte superior de la planta para controlar la altura del ejemplar de forma eficaz.

Esta poda debe aplicarse a partir del tercer o cuarto piso de las ramas laterales de la planta, dependiendo de la altura en la que desee conservarse la misma. Lo ideal es realizar un corte en la parte superior para detener el crecimiento vertical y promover el lateral u horizontal.

El corte debe ser limpio y aplicado en el nudo superior de la rama, evitando así que se genere estrés en el ejemplar y afecte su adecuado desarrollo.

Cuando se produce una callosidad en el lugar del corte, la planta deja de crecer en ese sentido y desarrolla brotes horizontales que potencializan la producción de cogollos.

Es ideal para especies de cannabis que tienden a crecer demasiado y pueden ocupar mucho espacio.

Poda Lollipop

También llamada de ramas bajeras, la finalidad de este tipo de poda es concentrar la producción en las ramas superiores de la planta de forma que se genere la mayor cantidad de cogollos posibles. Para ello se aplica un corte en el área inferior del ejemplar, con el fin de que enfoque todas sus energías en la parte de arriba de la misma.

Esto se realiza principalmente porque los cogollos que se producen en la parte inferior de la planta suelen tener una calidad mucho menor en comparación con los del área superior, ya que no reciben la cantidad de luz suficiente.

Para realizarla se debe aplicar un corte limpio con bisturí esterilizado o tijeras especiales para tal fin, de manera que no se dañe el tallo de la planta.

Las ramas cortadas se emplean para formar esquejes, por lo que al momento de aplicar el corte se realiza a 45 grados.

Lo ideal es aplicarla en el crecimiento (siempre que la planta tenga al menos dos semanas de vida), días antes de que atraviese por la fase de floración, dejando un lapso de tiempo lo suficientemente amplio como para que se recupere previamente a atravesar las siguientes etapas de desarrollo.

Poda FIM

Esta poda es muy interesante, resalta entre los tipos de cortes existentes. Se originó en Estados Unidos a partir de la aplicación fallida de la técnica apical, su nombre corresponde a las siglas de la frase en inglés “Fuck, i missed” o en español algo similar a “lo arruiné”.

Para aplicar esta poda se debe cortar entre un 70 y 90% de la yema apical de la planta en la etapa de crecimiento, cuando el ejemplar tiene de cuatro a siete pisos desarrollados.

Al aplicar correctamente esta técnica, en lugar de salir uno o dos brotes laterales a partir del callo dejado, pueden emerger hasta 7 ramificaciones horizontales, lo que genera una producción de cogollos increíbles.

Al igual que en las otras técnicas el corte debe ser limpio, preciso y con un instrumento afilado, previamente esterilizado.

Poda LST

Aunque no se considera del todo una técnica de poda, sí se trata de una forma de someter a la planta a un crecimiento en condiciones controladas de estrés, su nombre corresponde a las siglas en inglés de “Low Stress training”.

Al aplicarla no se realiza ningún tipo de corte, sino que se anclan y guían las ramas para manipular la forma y el tamaño que se desea obtener de la planta.

Al igual que en otras técnicas de este tipo, la poda LST favorece el crecimiento lateral del ejemplar vegetal para producir mayor cantidad de cogollos. Se aplica principalmente en exteriores, pero también puede hacerse en cultivo de interiores.

Para realizarla se emplean amarres en la primera y segunda semana de crecimiento de la planta dependiendo de su variedad, si es índica o sativa.

Pizzicato

La técnica de pinzamiento parcial o pizzicato consiste básicamente en el aplastamiento de cierta área particular de la planta con la yema de los dedos, específicamente en los brotes centrales de cada una de las ramas del ejemplar vegetal.

La idea al aplicar la técnica es detener el crecimiento vertical del ejemplar y ofrecerle la mayor posibilidad de desarrollarse horizontal o lateralmente.

Al aplastar estas zonas de la rama, se daña permanentemente la integridad del vegetal en esta área y las hojas que aparecen allí, en caso de hacerlo, son prácticamente desechables.

Aunque en principio la técnica fue concebida para aplicarse en la parte superior, específicamente en el ojo central de la misma, igual que en el caso de la apical y según las necesidades de cada ejemplar también es válida para las ramas laterales. Dependiendo de lo que se desee obtener en el cultivo, se realiza en plena fase de crecimiento cuando la planta ha alcanzado entre tres y cuatro pisos.

Poda Cropping

Finalmente se encuentra la poda cropping, esta se realiza con una técnica en la que se deben doblar las ramas hasta escucharlas crujir, sin que se rompan.

Se aplica para controlar la altura, obligando al ejemplar vegetal a que su crecimiento sea horizontal o lateral en lugar de vertical. La acción se realiza en el tallo central y una vez que se ha obtenido el efecto deseado, puede aplicarse en las ramas laterales de la planta.

Se requiere obligatoriamente que el ejemplar vegetal disponga de al menos 4 pisos de ramas o nodales y es fundamental que al doblar no se rompa la membrana externa del tallo, de lo contrario no será efectiva la aplicación de este método.

Esto no solo limita el crecimiento de la planta, también genera que la producción floral sea pareja.

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